El Último Convite reunió ayer música, baile, alegría, trajes de ensayo y una singular demostración coreográfica del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, a seis días de la fastuosa entrada folklórica más importante de Bolivia.
“Esta es nuestra fe, en honor a la Virgen del Socavón, Patrona de los Mineros de Oruro”, afirmó el obispo de la Diócesis, monseñor Cristobal Bialasik, al presidir el último ensayo de los conjuntos folklóricos, en la ruta del carnaval. Miles de espectadores llenaron las graderías, especialmente la avenida 6 de Agosto, la denominada “Avenida del Folklore”.
Los conjuntos de diabladas y morenadas fueron las más impresionantes, no solo por la cantidad de integrantes, sino por sus bandas de música y la contagiante música que hizo bailar a todos. No se quedaron atrás los caporales y los tinkus que, con fuerza e ímpetu, han hecho su paso por las principales avenidas de esta ciudad, Capital del Folklore de Bolivia.
El obispo presidió la peregrinación. Después estaban los dirigentes de la Asociación de Conjuntos del Folklore. Dos mil policías se desplazaron en la ruta del carnaval, para controlar el orden y el paso de los espectadores, de un lado a otro. Sin embargo, la ciudadanía orureña no tuvo necesidad de uniformados, por la forma correcta en que se portó durante la jornada, para disfrutar de este acontecimiento cultural singular.
La Diablada Auténtica, formada y creada por los matarifes, se convirtió en el principal atractivo. La música hizo saltar a los diablos y diablezas, como el principio de un Carnaval de Oruro diferente, atrayente, cautivante que, con la combinación de colores, se convierte en una maravillosa obra de arte.
La Diablada Artística y Cultural La Diablada lograron reunir a casi dos mil integrantes, incluyendo los osos y los satanaces que están listos para la Entrada del Carnaval, la peregrinación especial, con baile y música, en honor a la Virgen del Socavón, Patrona de los Mineros desde su aparición en Oruro, el 2 de febrero de 1789.
El entusiasmo se encuentra en las calles, el domingo antes del carnaval. Es el último ensayo de los 52 conjuntos folklóricos. Todo está listo para brindar un nuevo espectáculo que llama la atención de miles de turistas, nacionales y extranjeros. También se instalan las grandes cadenas nacionales e internacionales, para lograr las mejores imágenes de las 18 especialidades de danza, como las diabladas, morenadas, caporales, negritos, tinkus, pujllay, incas, llameradas, cullaguadas, autóctonos, awatiris, potolos y zampoñeros, tobas,wititis y doctorcitos.
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