Durante la anterior semana y faltando casi 15 días para la realización de la festividad de la Virgen de Urkupiña, la santa imagen visitó varios lugares de la ciudad y la Iglesia Católica llamó a poner atención a sectores que están “descartados” de la sociedad como enfermos, presos y ancianos.
En la oportunidad, el gobernador Iván Canelas dijo: “Alcalde de Cochabamba, Alcalde de Quillacollo, concejales, asambleístas, quiero brindarles frente a la Virgen mi mano y mis brazos para trabajar juntos por esta tierra bendita”.
El paso de la Virgencita por la calles estuvo acompañada por el arzobispo, Óscar Aparicio, quien reveló al periódico local : “Quiero decirles que el Alcalde, mi persona y Monseñor nos reunimos, almorzamos, compartimos y nos preocupamos por esta tierra bendita y eso es bueno”. El alcalde José María Leyes pidió que la Virgen interceda por Bolivia y Cochabamba.
Con lágrimas y pañuelos blancos, miles de feligreses recibieron a la Virgen que trajo consigo tres mensajes. El primero, de esperanza para los enfermos, el segundo de libertad para los reos y el tercero de dignidad.
La imagen llegó a la plaza Corazonistas y fue recibida por autoridades. El Alcalde la condecoró con el Escudo de Oro. Luego, partió al encuentro de los enfermos del hospital Viedma. Pacientes, médicos, enfermeras y familiares la recibieron en el patio con una misa.
La misa fue celebrada por el obispo Tito Solari, quien manifestó: “Todos necesitamos de una madre. Especialmente en momentos de enfermedad”. “Dios se conmueve con el enfermo (…) Deben tener esperanza”, agregó.
La Fiesta de Urkupiña tendrá como eventos centrales una entrada folklórica a efectuarse el 14 de agosto, una solemne misa que se realizará el 15 y una peregrinación y visitas al Calvario de Quillacollo el 16.
Esta festividad se celebra cada 15 de agosto en conmemoración a una aparición que según la tradición hizo la Virgen María ante una niña en la comarca de Cota a fines del Siglo XVII.
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