No solo movimiento, colorido y música se observó anoche en el Cambódromo cruceño, en la entrada folklórica en devoción a la Virgen del Carmen, también mucha devoción y fe en la tradicional festividad religiosa que se celebra desde hace 23 años y que hoy apunta a convertirse en patrimonio cultural intangible.
La fiesta, organizada por residentes paceños de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Virgen del Carmen, que preside Fausto Conde, persigue el objetivo de ser reconocida por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef).
50.000 bailarines en escena. Con trajes de hasta 20 kilos de peso, los integrantes de las 68 fraternidades que ayer se hicieron presentes, mostraron su arte, lujo y color, como expresión de originalidad y diversidad cultural.
Participaron jóvenes de colegios, gremiales y universidades, que interpretaron danzas como las morenada, kullawada, moseñada, tarqueada y otros ritmos de la región. Los bailarines mostraron disciplina, coreografía, resistencia durante el largo recorrido.
Veedores de Francia. En la entrada folklórica estuvieron presentes las representaciones consulares de países como Brasil, España, Paraguay, Perú y Francia; haciendo que la festividad sea un evento que traspase las fronteras de Bolivia.
También estuvieron presentes autoridades departamentales y nacionales que dieron su apoyo a la asociación del folklore nacional.
Beneficio de ser patrimonio. El objetivo de que esta entrada folklórica sea considerada patrimonio por la Unicef, es que la festividad reciba el apoyo económico suficiente para convertirla en un evento de mayor peso cultural.
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