Opinaron que el crecimiento de la fiesta tiene diferentes matices, entre ellos la calidad en su desarrollo, la vestimenta de las fraternidades, las bandas de música y el aumento en el movimiento económico.
La entrada de ayer fue más organizada ya que hubo menos intromisión de los padres, muchas fraternidades tienen sus trajes en propiedad y otros alquilan de otras ciudades, las bandas de música tienen más componentes y el comercio aumenta.
Yamelí Carlo, secretaria de Turismo y Cultura de la Gobernación, resaltó que la fiesta es única en Bolivia, aporta a la promoción turística y revaloriza la cultura, y una muestra es la llegada de agrupaciones de niños de las localidades de Puna, Agua de Castilla, Santa Lucía, Betanzos, Vitichi, Yocalla y Caiza D.
La secretaria de Desarrollo Turístico, Cultural y Patrimonial del Gobierno Municipal, Svieta Barrios, comentó que la fiesta crece con la llegada de más visitantes, promociona el turismo y ante todo recupera la muestra de costumbres y la esencia de la vestimenta de cada danza y región.
Mary Olivares, directora del kínder Andrea Arias y Cuiza y organizadores de la fiesta, felicitó la participación de los niños y agradeció el apoyo de los padres de familia y las empresas que auspiciaron la entrada.
La fiesta fue apoyada por los Tigritos, personal del Servicio Legal Integral Municipal y la defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Policía Departamental. Las maestras se esmeraron con las tropas de bailarines.
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