16 de agosto de 2016

Hijos de bolivianos heredan la fiesta de Urcupiña en el exterior

“La fe traspasa fronteras y también se hereda”. Las palabras de Lilia Camacho, migrante boliviana en Argentina, cobran relevancia en estos días de agosto. Miles de compatriotas que viven fuera de Bolivia dejan temporalmente sus actividades cotidianas y vuelcan su energía a la celebración de la festividad de la Virgen de Urcupiña.

Bolivianos que viven en Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Italia, Suecia y Suiza veneran a la advocación de la Virgen María, a mediados de agosto, en algunos casos el mismo 15, y en otros el fin de semana más próximo a esta fecha.

Si bien solo en Estados Unidos se realiza el Calvario, como se lo hace en Quillacollo, las entradas folclóricas y las misas en honor a la Virgen de Urcupiña se han consolidado con el paso de los años.

Las calles, paseos y avenidas de estos países son ocupados por decenas o cientos de danzarines que hacen gala de sus trajes, sus ritmos y su cultura, llamando la atención de los lugareños.

Las misas en honor a la Virgen también se han diversificado. En Madrid (España), por ejemplo, las familias más antiguas de bolivianos que residen en esa ciudad, patrocinan esta actividad en varias parroquias. Los sacerdotes católicos ya conocen esta festividad y celebran las misas que les encargan, afirma el periodista boliviano que reside en España, Álvaro Salazar.

Las celebraciones en el exterior comenzaron en la década del 80, en algunos casos, y en otros a principios de los 90.

Una tradición que se mantiene en la celebración de esta festividad es el nombramiento de los pasantes, bolivianos que se ofrecen para organizar la fiesta el próximo año y que, por lo tanto, corren con todos los gastos.

EN EL MUNDO

En Ginebra (Suiza), un portugués se empeña en atender bien a los invitados del “preste” que pasa con su esposa cruceña. En New Jersey (Estados Unidos), alguien consigue piedras de una obra en construcción parecidas al del Calvario de Quillacollo. En España, hay asociaciones que organizan las entradas de Urcupiña, inclusive dos en una misma ciudad, compitiendo por cuál será la más vistosa.

El periodista y director de la revista Aquí Latinos, Edwin Pérez Uberhuaga, describe de esta forma las celebraciones que se realizan en diferentes países del mundo.

Pérez Uberhuaga edita y distribuye en Europa la revista Aquí Latinos y en sus diferentes viajes por este continente ha sido testigo de las costumbres y actividades que los bolivianos mantienen en varios países.

Destaca que la afluencia a los templos católicos es reducida, como sucede en Bolivia, donde a veces la prioridad es bailar, “pero el tipo de oraciones en Europa es, tal vez, más ferviente porque sus protagonistas rezan por sus parejas, hijos o padres que están en Bolivia o en otros puntos del globo”.

“Soy testigo de la migración boliviana en el mundo, desde hace 25 años, y un componente esencial ha sido la fe. La veneración a las vírgenes de Copacabana, del Socavón, de Cotoca y, sobre todo, a la de Urcupiña. Es un hecho que se puede sentir en estas fechas”.

El comunicador puntualiza que también muchos compatriotas se alejan de esas fiestas “paganas” para vivir la Biblia de otra manera, a través de iglesias evangélicas, que le niegan o le dan un papel menor a la Virgen María.

Pero dentro de las iglesias católicas o en las fiestas, bailes y “entradas” lo que se evidencia es que la Virgen de Urcupiña se ha convertido en la “Patrona de la Integración”, por la multiculturalidad de sus protagonistas.

Eso se refuerza con que muchos compatriotas, casados con europeos o norteamericanos, visitan Quillacollo y contagian esa atmósfera mística que envuelve esa fiesta milenaria en el mes de agosto.

MIGRANTES

El periodista boliviano radicado en Suiza afirma que la Virgen de Urcupiña forma parte de la migración porque hay imágenes o estatuillas que han llegado al Viejo Continente “sin papeles” o “indocumentadas”, es decir que no tenían una autorización expresa de la Iglesia católica. Llegaron dentro de bolsos y maletas junto con las esperanzas de los migrantes bolivianos.

Pérez Uberhuaga señala que en Madrid, desde hace más de 20 años dos familias celebraron, primero juntas y luego por separado, la misa y las fiestas y ahora dos federaciones, también por separado, cumplen todos los procedimientos en honor de la “virgencita” con una presencia multitudinaria de fieles, bailarines y público, de las diversas nacionalidades y culturas.

ABUSOS

En estas fiestas, así como en otras, en algún momento se abusó del consumo de bebidas alcohólicas y el mal comportamiento en los vecindarios donde se realizaban, lo que hizo que los municipios les negaran la licencia de celebrarlos, pero ahora hay más conciencia que no se puede hacer lo mismo que dentro de Bolivia.

Pérez Uberhuaga destaca que en estos tiempos de crisis, moral y económica, “no cabe duda que la fe, expresada en la Virgen de Urcupiña, es un oasis para aquellos que están lejos de su patria y de sus seres queridos”.

El director de la revista Aquí Latinos es optimista en que esa “integración” realmente se cumpla y todos se puedan unir en términos religiosos, culturales y políticos para construir una nueva sociedad, sin la discriminación e intolerancia que hoy afecta a todos.

EN SUECIA

La Festividad de la Virgen de Urcupiña se celebra en tres ciudades de Suecia, con mucha devoción, afirma José Romero, un boliviano que radica en ese país desde hace varias décadas, según una entrevista realizada por el comunicador boliviano Ernesto Joaniquina Hidalgo.

La celebración de esta festividad se inició en Gotemburgo, en el barrio de Hammarkullen, y posteriormente esta práctica religiosa se extendió a las ciudades de Estocolmo y Växjö, donde radican compatriotas bolivianos.

Una de las primeras devotas de la Virgen de Urcupiña, que impulsó esta festividad, fue Lucinda Chávez, quien organizó la fiesta en el local de "La Cabaña Roja".

Un año después, devotos quillacolleños de la organización deportiva CC Libertad, a la cabeza del pasante Rolando Sosa, dieron continuidad a esta actividad. Se comenzó, como es la costumbre, con una misa religiosa católica en sus propios locales.

Un problema que surgió en esa época es que los sacerdotes católicos locales veían esta manifestación de sincretismo religioso como algo descabellado y no aceptaban dar misa en sus parroquias. Otro factor que jugaba en contra de la fiesta era que no se contaba con religiosos de habla hispana.

ACTIVIDADES

Las celebraciones en honor de la Virgen de Urcupiña han proliferado en Suecia. Actualmente son varias las personas o creyentes que tienen su "propia" Virgen y, por lo tanto, hay dos o más celebraciones. Romero puntualiza que se tienen registradas al menos cinco imágenes en Gotemburgo.

La festividad se inicia un día antes del 14 de agosto, en la casa del pasante o en locales propios o alquilados por estos.

Al día siguiente se realiza la misa central para todos los devotos.

Los locales que generalmente se utilizan son la Casa del Pueblo (Folketshus), la Cabaña Roja (Röda Stugan) y las sedes de las asociaciones culturales y deportivas existentes en la zona.

La imagen de la Virgen es llevada a la iglesia para la misa correspondiente en compañía de bailarines morenos, caporales o tinkus que visten un colorido singular para la cultura sueca.

Después de que se celebra la misa católica, los devotos continúan el recorrido y bailan hasta llegar a los recintos donde se realiza la fiesta. En ese momento se elige al pasante para el próximo año. Y como son varias imágenes de la Virgen de Urcupiña, los pasantes son también más de uno.

Esta fiesta se realiza después del 15 de agosto y otros la llevan incluso a cabo el fin de semana siguiente.

"No falta el desborde de alegría, una buena comida típica de Bolivia y la infaltable cerveza", afirma Romero.

MÁS BOLIVIANOS

La mayor parte de la gente que participa en las fiestas en honor de la Virgen de Urcupiña es boliviana y latina. En algunos casos se unen a la festividad amistades suecas de los compatriotas y otros creyentes como invitados ocasionales.

Romero resalta que la cantidad de personas que participa en las fiestas de Urcupiña no es muy grande, se llega a unas 50 aproximadamente.

Por último, Romero destaca que por ser la Fiesta de Urcupiña una manifestación cultural religiosa y con fuertes tradiciones bolivianas, es importante para los compatriotas que viven en las ciudades de Suecia.

"Lo importante es que estas prácticas bolivianas se las realiza también fuera del país. Es una forma de conservar latentes nuestras tradiciones y difundirlas a las nuevas generaciones", puntualiza Romero.

ITALIA

La festividad de la Virgen de Urcupiña se celebra también en Italia. La ciudad de Bérgamo, donde reside la mayor parte de los bolivianos, realiza el 15 de agosto la fiesta.

La celebración se la realiza desde el año 2006, con la participación de al menos seis mil danzarines, residentes bolivianos.

El migrante Pablo Zurita Maldonado, quien vive en Italia desde hace diez años, explica que la celebración es organizada por la Misión Santa Rosa de Lima, del Obispado de Bérgamo.

En esta ciudad italiana participan fraternidades folclóricas como la diablada, morenada, caporales, tinkus y zapateadas.

Zurita asegura que la Virgen de Urcupiña es la patrona de la integración para todos los bolivianos que viven fuera del país y se convierte en un apoyo para los migrantes que dejan su tierra.

La leyenda

* A fines de 1700, según la escritora Mercedes Anaya de Urquidi en la comarca de Cota (Quillacollo), vivía una familia de campesinos que subsistía gracias a su pequeño rebaño de ovejas que se encontraba al cuidado de la hija menor.

* La muchacha se dirigía diariamente hacia las bajas colinas del frente de Cota. Un día de agosto se le apareció una señora que tenía un niño en sus brazos.

* Un día, a insistencia de la pastorcilla, sus padres subieron a la colina y vieron asombrados cómo la pequeña descendía exclamando ¡Urcupiña!.. ¡Urcupiña!, alcanzando a ver una imagen celestial que se esfumaba. La multitud bulliciosa trasladó esta imagen a la capilla de Quillacollo y desde entonces es conocida como la Virgen de Urcupiña.

Tres días de fiesta

* Las jornadas centrales de la festividad de la Virgen de Urcupiña son los días 14, 15 y 16 de agosto.

* El 14 de agosto se realiza la Entrada Folclórica, con la participación de miles de danzarines, músicos y espectadores que se apuestan a lo largo del recorrido en Quillacollo.

* El 15 de agosto se celebra la misa solemne en el frontis del templo San Ildefonso. La actividad cuenta con la presencia de las autoridades. Este día se realiza también el ingreso de las fraternidades por el recorrido principal.

* El 16 de agosto se realiza la caminata al Calvario (sur de Quillacollo), donde, según la tradición, los creyentes acuden a hacerse un préstamo que devolverán al año siguiente.

Su auge en Argentina

* Según un artículo de la investigadora argentina Beatriz Susana Juárez Bravo, el culto a la Virgen de Urcupiña se origina en la provincia de Salta con las corrientes migratorias de bolivianos que, durante los años noventa, llegan a la Argentina en busca de nuevos horizontes laborales.

* La advocación mariana de Urcupiña experimenta, sobre todo en la última década, un notable crecimiento en el número de fieles y una expansión territorial de la devoción hacia diferentes barrios de la ciudad.

* La llegada de la imagen de la Virgen al hogar del devoto, que debe ser necesariamente un regalo de otro creyente, marca el comienzo del particular vínculo que los fieles establecen con ella.

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