Autoridades y organizadores, hasta ayer, hicieron notar que el bloqueo de caminos registrado en el nuestro país por los mineros cooperativistas la anterior semana, perjudicó la asistencia de visitantes y turistas, pero que sin embargo, se espera superar el millón de personas que el 2015 asistieron a la fiesta
Periódicos locales hacen notar que hasta ayer ya debían estar instaladas las comerciantes de por lo menos 20 asociaciones provenientes del occidente del país, pero, debido a los bloqueos, no había “ni la mitad”, informó el intendente de ese municipio, Yesid Alarcón.
Antes de que el sector minero anunciara la suspensión de las medidas de presión, el alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida, reconoció que este 2016, la festividad no superaría la afluencia turística registrada la gestión pasada, considerando que cerca del 50 por ciento de los feligreses proviene del interior y exterior del país.
La Dirección de Turismo de la Alcaldía de Quillacollo no tiene datos sobre la afectación al turismo, porque las rutas por las que vienen los feligreses son muy dispersas. Solo el 10 por ciento de los visitantes es del exterior, por eso no tienen un registro de paquetes.
Empero, ayer los primeros devotos de la Virgen de Urkupiña llegaron al templo de San Ildefonso y al calvario para agradecer y pedir mayor bendición a la Virgen.
La presencia de fieles argentinos, peruanos, chilenos y brasileños fue nutrida en horas de la tarde. Durante la entrada autóctona hubo presencia de turistas europeos, especialmente.
Para hoy se espera que incremente el número de espectadores bolivianos en la cita folklórica.
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