Miles de fieles devotos de la Virgen de Urkupiña emprenden a partir de hoy la peregrinación hasta el calvario, en cumplimiento de promesas o agradecimiento a la Divinidad.
Para este año se proyecta aumentar el número de visitantes que según registros de la Alcaldía de Quillacollo, en 2015 fue de 538.000. Se generó un movimiento económico de al menos 20 millones de dólares y en la entrada folklórica hubo al menos 320.000 espectadores.
Ayer, en cumplimiento al programa preparado para la festividad se desarrolló la entrada folklórica con la participación de al menos 60 fraternidades llegadas de todo el país y del extranjero; promoviendo un gran espectáculo que concitó la atención de Bolivia porque una red televisora transmitió el acontecimiento. Sin embargo, aparentemente la presencia de público mermó levemente debido a que la anterior semana el país soportó un bloque de caminos de impidió la llegada de muchos visitantes.
HORARIO CONTINUO
El gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, informó que en cumplimiento al comunicado 36/201 el Ministerio de Trabajo y Previsión Social se declara para el hoy 15 de agosto jornada continua de trabajo para la administración pública de la ciudad de Cochabamba y Quillacollo.
“Este comunicado nos ha llegado oficialmente al mediodía de hoy (viernes), de manera que para el próximo 15 los hermanos feligreses ya saben que es lo que se tiene que hacer”, aseveró.
Asimismo, el Gobernador dijo que sobre esta posibilidad para el martes 16 de agosto no hay absolutamente nada. Sin embargo, y pese a que hay sectores que no están de acuerdo con esta petición, indicó que se harán las gestiones para que haya una tolerancia para que la gente participe de la caminata al Calvario.
“Veremos cómo se puede resolver eso, el problema es que si bien nosotros tenemos toda la intención de que los feligreses puedan tener esa posibilidad hay también sectores que no están de acuerdo porque las pérdidas económicas para ellos según nos han dicho son muy elevadas”, sostuvo la máxima autoridad departamental.
TRADICIÓN
Según la tradición, a mediados de 1.700, en la comarca de Cota, en el extremo sur de Quillacollo, vivía una humilde familia de campesinos que delegaba a su hija el cuidado de las ovejas. La pastorcita se dirigía a diario con su rebaño hacia la colina y, según la leyenda más difundida, un día de agosto se le apareció una señora con un hermoso niño en brazos, con quien sostenía largas conversaciones en quechua.
Desde entonces, la niña demoraba en retornar a su casa, por lo que, cuando sus padres le preguntaron el motivo de sus tardanzas, la niña relató sus encuentros con la señora. Decía que la “mamita y su niñito” descendían a jugar con ella. Al oírla, sus padres se alarmaron y dirigieron a la colina para conversarse del increíble relato de la niña.
Ante la experiencia de la niña, el párroco y los vecinos fueron a corroborar el relato de la niña. Al llegar, escucharon a la pastorcita decir: “Jaqaypiña Urkupiña, Urkupiña” (Allí está, ya está en el cerro).
Pero, al llegar a la cima la señora desapareció. Sin embargo, la gente logró ver una imagen celestial que se esfumaba entre los algarrobos, cactus y ululas. En el lugar hallaron una imagen de la Virgen y la trasladaron en procesión hasta la capilla de Quillacollo y desde entonces es conocida como la Virgen de Urkupiña y su fiesta es el 15 de agosto en honor a la Asunción de la Virgen María. (1970, Mercedes Anaya de Urquidi).
Este 2016 la festividad tiene como mensaje: “María nos conduce a la Misericordia del Padre”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario