Como otros años, los trabajadores y dirigentes que representan a las fraternidades y agrupaciones de las cooperativas que participaron en la gran entrada, acompañados de sus familiares y amigos, volvieron a demostrar los pasos del baile de las danzas folclóricas y autóctonas y las vestimentas de cada baile por las calles del centro de la ciudad.
Las fraternidades comenzaron la jornada de despedida con una misa comunitaria de acción de gracias que se celebró en el templo de San Martín. Como es tradición, pidieron al Tata Ck’accha (Cristo de la mina) y a la Virgen de la Candelaria proteger a los trabajadores en las labores cotidianas y mejorar la situación de la familia.
Los participantes se reunieron para continuar con el baile, recorrieron la calle Hoyos hasta ingresar a la plaza 10 de Noviembre, haciendo la demostración de alegría, los pasos de la danza y el movimiento del ritmo de la fraternidad.
En todo el recorrido la población acompañó con aplausos el paso de los bailarines y se advirtió respeto por la normativa que prohíbe el derroche del agua.
Se anunció que para cerrar la fiesta de los mineros, el jueves 16 de febrero, el día que se festeja el día de los compadres, las imágenes del Tata Ck’accha y la Virgen Candelaria serán devueltas al interior de las minas, con oraciones, petición de favores y la acostumbrada ch’alla.
Se felicitaron por cumplir la promesa de bailar otro año más en sus agrupaciones y prometieron volver con la misma fe la siguiente versión.
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