24 de marzo de 2017

El Pepino, ese mujeriego ladrón de jovencitas...

¡El Pepino ya está suelto, cuidado con las cholitas...! La advertencia flota en el aire cada año, después de que el rey del Carnaval paceño resucita y sale de su ataúd en medio de petardos, cuetillos, el ritmo de los bombos y platillos de la banda, y la algarabía de la gente que celebra su regreso en las inmediaciones de la zona del Cementerio General. Pero, ¿cuántos y especialmente cuántas toman en cuenta hoy el consejo?

"En estos tiempos casi nadie”, responde Elena, esbozando una sonrisa picarona. En sus tiempos, en los años 70, era otra cosa: "Realmente había que cuidarse del Pepino”, porque, valido de su máscara y su disfraz, cometía tales desmanes que era temido por mujeriego”, añade la mujer sin dejar de sonreir.

"Cuando era joven tenía una amiga a la que el Pepino se la robó, en pleno Domingo de Tentación, no llegó a su casa toda la noche. A los dos días apareció con un joven y unos días después pidieron su mano. Ella ni lo conocía, dice que la abordó en la calle, vestido de Pepino”, cuenta.

Elena, que vivía entonces por inmediaciones del Cementerio General, recuerda con gran detalle lo que pasó días después del "robo” del Pepino.

"La familia del varón vino con una banda a la casa de la chica. Era de noche, hablaron y la muchacha salió vestida de blanco. A él le pusieron una chalina blanca. Antes, alguien salió y gritó a los de la banda: ¡Aceptaron! Y los músicos comenzaron a tocar una cueca. Bailaron hasta la madrugada y luego se fueron, llevándose a la chica. Todos decían que tenían que irse antes del amanecer, porque de lo contrario era de mal agüero”, rememora.

Elías Illanes, fundador de la Entrada de chutas y Pepinos del Domingo de Tentación en La Paz, cuenta que "esos robos eran reales”. "Sí se daban, eran parte de una tradición andina que llegó a la ciudad y a la que se incorporó a el Pepino”, dice. "En algunos casos los robos eran planificados por los padres, se aprovechaba el Domingo de Tentación, y los novios ni se conocían”, añade el folclorista que siempre vivió en Villa Victoria, donde vio la costumbre muy de cerca.

Ese mujeriego

Pero, ¿cómo el Pepino se ve involucrado en esta tradición andina? "Debido a su fama de mujeriego”, señala el investigador Carlos Gerl.

Gerl explica que esa fama del personaje más importante del Carnaval paceño nació de su costumbre, durante sus apariciones en plena carnestolendas, de perseguir a las mujeres con su matasuegra, más conocido como "chorizo”.

"Con su matasuegra perseguía y aún persigue a las jovencitas, lanzándoles comentarios subidos de tono, lo que le valió para que incluso fuera considerado el personaje promiscuo del Carnaval”, precisa Gerl.

El investigador remarca que esa característica del Pepino no está alejada del sentido de las carnestolendas: la desinhibición, la rienda suelta a fantasías y deseos”, que se mezcla con tradiciones andinas de la parte rural de La Paz.

Randy Chávez añade que la fama de mujeriego del personaje carnavalero hacía que en antaño muchos padres de familia se pusieran en guardia para cuidar a sus hijas jóvenes del Pepino.

"Había que impedir que el personaje se llevara a la hija en el Carnaval, por eso muchos se preocupaban por llevar y recoger, en persona, a sus hijas de las fiestas”, añade el investigador de tradiciones paceñas.

Manuela tenía unos 20 años cuando festejó su último Domingo de Tentación soltera. Esa noche no regresó a su trabajo, la siguiente tampoco. "El Pepino se la robó”, fue el comentario entre los vecinos de Villa Victoria. La joven apareció a los dos días con un muchacho con el que se casó a los pocos días. Eso pasó a finales de los 80.
"Hasta ahora se dan esos robos a nombre del Pepino”, asegura Elías Illanes.

Hazte de fama...

Y esa fama -mala para algunos- se confirma cuando el personaje es enterrado, el Domingo de Tentación, más de una decena de mujeres, vestidas de negro de punta a punta, persiguen su féretro llorando desesperadamente. Son sus viudas que se resisten a su muerte, aunque dure sólo un año.

Carlos Gerl comenta que en determinado momento en el sepelio, que comienza en el centro paceño y termina en la zona del Cementerio, las viudas, envueltas en un estado de inhibición, hacen referencia a las cualidades viriles del personaje.

Este domingo seguro las desconsoladas viudas volverán a llorar la partida del Pepino, pero al mismo tiempo esperarán su regreso el siguiente año, cuando les tocará estar en su resucitación.

Este 2017 despertó con los besos de tres reinas de belleza. Saltó de su ataúd y desató el Carnaval ante los ojos de cientos de paceños que se alegraron de volver a tenerlo entre ellos...



Rastros de el Pepino

Aparición El investigador Randy Chávez señala que el primer registro de el Pepino corresponde a 1903, una foto de Julio Cordero.
Origen El personaje se inspiró en un payaso de circo, llamado Pepino 88, que llegó a La Paz y encantó a los paceños, que decidieron reproducirlo en el Carnaval. También se le incorporó detalles del arlequín, del mimo Pierrot y el Kusillo.

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