Producto de la falta de un control por parte del municipio mediante la intendencia y otras instancias que comprometieron las autoridades ediles en la entrada del Gran Poder, mucha borrachera se logró ver en todo el trayecto de esta festividad, especial en la segunda mitad de esta jornada.
A pesar de que existió solamente por parte del municipio una ordenanza que permitiría la venta de cerveza especialmente a partir del medio día, pero la falta de control en varios puntos del recorrido de la entrada, se pudieron advertir el consumo de bebidas alcohólicas, donde tanto como personas que encontraban como espectadores armaron mesas para este cometido, mientras que algunos bailarines también estuvieron bebiendo a pesar de las advertencias por parte de los organizadores de dicha entrada de una multa a sus fraternidades.
Entre aquellos sectores donde el consumo de cerveza, se hicieron presente se pudo advertir y en cantidad por la avenida Manco Kapac, donde desde el sector de la Vita hasta la plaza Eguino tanto en las aceras y la misma calzada, mucha gente especialmente joven tomó estos espacios para dedicarse a la borrachera.
Mientras que en el carril de bajada de la avenida Montes, de la misma manera desde tempranas horas de la mañana mucho bebedores se apostaron a la altura de Transporte Aéreo Militar, aprovechando que esta vía estaba cerrada para la circulación vehicular, sin que el personal de la intendencia municipal pueda advertirles a dichas personas de que el consumo de cerveza estaba prohibida en estos sectores.
Por otro lado la calle Cochabamba, entre la avenida Mariscal Santa Cruz, de la misma forma desde la calle Murillo fue abarrotada de bebedores hasta llegar a la misma avenida, donde grupos de personas consumían cerveza en lata que eran compradas de aquellos puestos de venta que se apostaron a lo largo de esta vía carril de bajada.
Muchas de estas personas permanecieron hasta altas horas de la noche del sábado y parte del domingo, sin que las autoridades municipales mediante la intendencia y menos la policía pudo desalojar a los bebedores, quienes en alguno de esos intentos y por el estado de ebriedad en el que se encontraban en muchas de las ocasiones se ponían agresivos.
URINARIOS
Muchas de estas calles y por la cantidad de bebedores que existían estas vías se convirtieron en urinarios provocando la protesta de la ciudadanía y los mismos dueños de los mismos edificios públicos casa particulares, porque provocaron un desorden falta de higiene.
Para el efecto fueron utilizados aquellos vehículos que estaban estacionado en estas calles, donde en muchos de los casos también los bebedores eran los dueños de estos motorizados, donde tampoco existió en control policial por parte del Organismo Operativo de Tránsito.
PONCHERAS
Parte del Prado y la avenida Mariscal Santa Cruz y adyacentes fueron colmados de vendedoras de los famosos ponches, donde grupos de jóvenes entra varones y mujeres que sedaron hasta altas horas de la noche, de este sábado, donde el resultado fue gran cantidad de basura especialmente de botellas de vidrio y plástico poniendo en peligro la integridad física de los transeúntes.
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