Entonces, esta previa destreza de elaboración de artefactos ha dado paso al surgimiento del arte del bordado festivo y religioso:
El bordado inicialmente era para el traje religioso. El indígena, mestizo era aprendiz del bordador español. ¿Qué cosa le ha puesto el indígena? El bordado a los trajes de las danzas, del folklore. Los trajes eran satíricos. Era una expresión de rebeldía. Nos mofamos de los españoles, los opresores. Los españoles han traído las fiestas. Los indígenas se dieron la creatividad de los trajes. (Victor y Natalio Quisbert, 25.05.2019).
En una sociedad compleja colonial y republicana, las fiestas fueron espacios complejos de subordinación religiosa y rebelión social de los subordinados aimaras - quechuas. A pesar del control social colonial que se ejercía a través de las fiestas con la catequización religiosa católica, se crearon mitos en torno a los santos Santiago, La Santa Cruz, San Pedro y San Pablo, la Virgen del Carmen y otros de menor incidencia que reencarnaron deidades religiosas andinas como Illapa, Tunupa, Copacabana y Pachamama.
Así surgió la institución del “presterío” un dispositivo que fomentaba la difusión religiosa católica, sobre todo, para el control de los indios. Los cargos de “Cabeza o Mayura”, por ejemplo para el Corpus Christi eran por comunidades, en el caso de la provincia Camacho, los campesinos de Taypi Ayca, eran obligados hacer un servicio religioso, pasar fiesta con música y danza. Entonces, los Mallkus debían encargar trajes festivos religiosos bordados para regalar a la imagen devocional, llevar velas, flores, arreglar la iglesia y otros servicios.
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