21 de agosto de 2020

El virus apagó el Gran Poder y se lleva a fundadores, fraternos y prestes

“Yo pensé que los volvería a ver, que volveríamos a encontrarnos como antes, pero se han ido de un día para otro y no los vamos a volver ver. Fueron grandes personalidades las que se fueron, fundadores, fraternos y pasantes, es muy doloroso. Cuando volvamos a encontrarnos a los pies del Tata, cuando pase esta pandemia, ya no estarán aquí. No tenemos datos precisos, pero sabemos que hay gente que se fue y que no nos hemos enterado; cuando nos volvamos a ver sabremos quiénes son”, dice visiblemente apesadumbrado Willy Gonzales, presidente de la fraternidad Morenada Poderosa Illimani de La Paz para el Mundo en Gran Poder.

El año pasado fue el preste mayor de su fraternidad en la Fiesta del Señor Jesús del Gran Poder. Les dedicó una gran recepción a sus compadres, compañeros de la fraternidad y a los demás invitados, como tiene que ser, en honor y retribución al Tata por todas sus bendiciones. Cuando se despidió de ellos, en algunos casos después de la fiesta, no se imaginó que no los volvería a ver más porque una pandemia diezmaría a muchos de ellos.
La entrada del Gran Poder en sus primeros años, en la zona donde nació.
Foto:Facebook Fotos Antiguas de La Paz

“En mi fraternidad no hay ningún fallecido y le pedimos al Tata del Gran Poder que no nos pase nada”, dice Gonzales. “Que el Tata nos cuide”, repite.

La Poderosa Illimani, que preside, se desplegó en 2016 de la Señorial Illimani, que sí perdió a uno de sus fundadores, a Hernán Quispe, quien también fundó la Morenada Illimani de La Paz (ILPAZ) en la zona de Cota Cota.

Hace más de un mes que Willy Gonzales decidió “refugiarse” en su casa, con su familia. Hasta entonces, igual que los miembros de muchas fraternidades, estuvo colaborando con el padre Marcelo, párroco del templo del Gran Poder, contribuyendo para obras como la Comida del pobre para ayudar a las personas más necesitadas.

“Esta pandemia no tiene miramientos, ataca a todos y no estamos cuidando”, dice.
Unos fraternos del Gran Poder en plena entrada folclórica.
Foto :Facebook Festividad Gran Poder

René Lima, presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, confirma las versiones de Gonzales: muchos de los fundadores de las fraternidades de la fiesta folklórica más importante de La Paz están pereciendo ante la Covid-19. Precisa que perdieron la pelea contra el virus Natalio Tintaya, Federico Centellas, parte del primer directorio de la asociación, además de expresidentes y muchos fundadores de fraternidades como Catedráticos, Fanáticos, Sergio Vadillo, fundador de la fraternidad Unión Folklórica y Cultural de Achachis Morenos Señorial Illimani, entre otros.

Franklin Reyes, de la fraternidad los Fanáticos del Folklore del Gran Poder, lamenta que la pandemia esté azotando a la fiesta folklórica religiosa, que este año debía “estrenar” el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, otorgado el año pasado por la Unesco. “Se estaba preparando la festividad con mucha esperanza y muchas ansias. El 13 de marzo, en el atrio del templo de San Francisco, teníamos que lanzar la actividades de la fiesta, pero el 12 se declaró las suspensión de todas la actividades que concentren personas por el virus”, cuenta Reyes.
La imagen del Señor Jesús del Gran Poder en plena procesión.

Añade que la festividad se apagó este año, con las consecuentes pérdidas para los diferentes sectores que mueven millones de dólares en la ocasión. “Pero no podemos volver atrás, es la salud, la vida, porque si seguíamos adelante, hubiera sido muy dramático. Y no es perjuicio, porque si nosotros nos enfocamos en la fe y en la devoción que tenemos al Señor Jesús del Gran Poder, esto es comprensible para todos. Las cosas vienen por algo y nosotros, como cristianos, más aún como devotos del Señor del Gran Poder, tenemos que aceptar esto y sobrellevarlo y reafirmar nuestra fe”, afirma.

Su fraternidad soporta hasta ahora la pérdida de dos de sus fundadores, de Hernán Quispe y Marcos Limachi. Los Fánaticos del Folklore se fundó en 1992, en la puerta de la casa de Quispe, en Laja. En 1993 realizó su primera preste y en 1995 se presentó como conjunto folklórico en la entrada del Gran Poder, con la danza de la Morenada.

Fundadores y prestes

La fraternidad Los Rebeldes también perdió a dos de sus fundadores, a Freddy Villarreal y Mario Yujra. Su presidente, Rubén Poma, aclara que no murieron por la enfermedad, sino por el colapso sanitario que provoca ésta, no pudieron acceder a atención médica. “Tenían enfermedades de base y murieron porque no pudieron llegar a un hospital”, explica.

Villarreal y Yujra fundaron la fraternidad Los Rebeldes en 1970, en la población de Laja. La mayoría de los miembros fundadores vivían en la zona Villa Nuevo Potosí, y se estrenaron en el Gran Poder con la danza de la kullawada, para años después participar con el baile de los incas y después con los tinkus. “Los Rebeldes trajeron los tinkus al Gran Poder”, afirma Poma, hijo de Max y Teresa Poma, también fundadores de la reconocida fraternidad.
Necrológicos como el de Virginia Mollo circulan en las redes.

El grupo, que actualmente cuenta con alrededor de 800 fraternos, comenzó a participar en el Gran Poder con la danza de la morenada, con la que se quedó, a mediados de los años 90 del siglo pasado. “Nuestros fundadores y miembros nos dejaron un gran legado, por eso nuestra fraternidad es conocida como la Academia del Folklore, porque a lo largo del tiempo, de ella se desplegaron grandes fraternidades, como Los Fanáticos y Los Intocables; todo eso le debemos a nuestros fundadores”, dice Poma.

La fraternidad también perdió a Francisco Limachi, preste 2014. Pero no son los únicos que afrontan una perdida así, también la Sociedad Folklórica de Morenos La Paz Maravilla del Mundo sintió la muerte de su preste mayor de este año, Virginia Mollo. “Está golpeando bastante esta enfermedad”, dice el fraterno Nelson Morgoya

Rubén Poma quiere imaginarse el día en que pueda volver a encontrarse con sus compadres, con sus compañeros de la su fraternidad, sin ningún temor al contagio del virus, para hacer un reconocimiento a las familias de estos hombres que pusieron el cimiento a la obra que ellos continúan: “Valorar y amar la cultura y el folklore boliviano para mostrar sus danzas al mundo entero”.

Poma es miembro de la Morenada para el Mundo, asociación con la que llevan la danza a San Francisco, Estados Unidos, en el Carnaval, donde participan más de 70 países. “El objetivo es demostrar que la Morenada es 100% boliviana”, dice.

Igual misión cumplen los Fanáticos del Folklore de Franklin Reyes, que tienen filiales en Argentina, Perú, Brasil, Estados Unidos y en ciudades de Europa como Sevilla, Granada, Valencia, Italia, Milano, Inglaterra y otras.

“Nos volveremos a encontrar y nos fundiremos en un abrazo, como la familia que somos, una familia de folkloristas y devotos del Señor Jesús del Gran Poder. Nos reencontraremos y sabremos cuántos se fueron y nos están esperando al lado del Tata. Seguro nos contaremos todo lo que sufrimos y pasamos en esta pandemia y cómo nuestra devoción al Tatita del Gran Poder no ayudó; volvermos con la fe más renovada y más agradecidos con él”, afirma Willy Gonzales.


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